Es la primera oración de un mensaje que recibí hoy.
Se llama Antonio Sotomayor, es una persona digamos de la tercera edad, que sugiere luego de un compartir de ideas sobre un artículo del Dr. Parducci, que valoremos lo que somos y lo que hemos aportado.
Es tan valido hacer un reconocimiento de lo propio, de lo hecho, de lo sustantivo; aprender a querernos, a respetarnos y así ir direccionando este maravilloso (y no merecido) regalo de Dios que es nuestra vida. Encontraremos mas razones para entender a los demás, para tener empatía sobre lo que viven, y para ser personas de propósito.
En verdad creo que las "gracias", "dones", "talentos", que tenemos hay que ir revisándolos, somos lo mejor de este mundo y somos lo peor cuando perdemos de vista nuestra individualidad, nuestra visión.
Les copio la parte del mensaje:
Propongo analizar esta perspectiva: Toda vida tiene su valor. Hacer un recuento de lo vivido y reflexionar sobre el trayecto existencial que se ha discurrido, ayuda a tener una perspectiva de aciertos y errores; de aprovechamientos y dispendios; de logros e inconsistencias.Mirarse en el espejo del proceso evolutivo de la propia historia y confrontarse con los posibles excluidos, alecciona para enmiendas, superaciones y mejoras en esencialidad humana, antes de que la muerte convierta la vida en destino, como decía André Malraux.El pasado impulsa, pero el futuro direcciona; y, siempre, somos capaces de re-encauzamientos sobre los objetivos distraídos.Que cada uno documente su historia en función de su circunstancia y deje de buscar prohombres que lo distancien de su responsabilidad de vivir perfeccionándose y haciendo fructificar los talentos que recibió, para que el Señor del caudal inmarcesible lo recompense como su fiel servidor.