Reflexiones, Análisis, Información en Políticas, Normas, Documentos de Desarrollo Sustentable
viernes, 22 de abril de 2011
DIA DE LA TIERRA 2011
EL DIA DE LA TIERRA SE CELEBRA CADA 22 DE ABRIL A NIVEL MUNDIAL, SU PROMOTOR FUE EL SENADOR AMERICANO GAYLORD NELSON PARA PROTEGER LA TIERRA EVITANDO LA CONTAMINACIÓN E IMPULSANDO LA CONCIENCIA AMBIENTAL Y LA CONSERVACIÓN.
GAYLORD NELSON LIDERÓ UNA PACÍFICA MANIFESTACIÓN, APOYADA POR 2000 UNIVERSIDADES, 10000 ESCUELAS PRIMARIAS Y SECUNDARIAS Y DECENAS DE COMUNIDADES, EXIGIENDO AL GOBIERNO AMERICANO SE CREE UNA AGENCIA DE PROTECCIÓN AMBIENTAL, DANDO ASÍ INICIO A LA EPA (Environmental Protection Agency).
POR EL OTRO LADO, NACIONES UNIDADES CELEBRA DESDE EL AÑO 1971 EL DÍA DE LA TIERRA PERO CON EL INICIO DEL EQUINOCCIO DE LA PRIMAVERA, EL 21 DE MARZO. HACIENDO SONAR LA CAMPANA DE LA PAZ EN LA SEDE DE LA ONU EN NEW YOR, AL MOMENTO DEL EQUINOCCIO.
LO IMPORTANTE ES SABER SI PODEMOS CELEBRARLO EN NUESTRA PROPIA CASA, OFICINA, CAMBIANDO HÁBITOS DE CONSUMO, EDUCANDONOS EN LOS TEMAS AMBIENTALES, Y SOBRETODO REALIZANDO UNA ACCIÓN EVIDENTE, DURADERA EN EL TIEMPO E IMITABLE.
FELIZ DÍA DE LA TIERRA!
jueves, 21 de abril de 2011
Hacia donde va la pelota en materia de Ecoetiquetado
Por: Alejandra Medina, Gerente de Sustentabilidad de GEQ Chile
Mucho se ha comentado, y en alguno casos asustado, sobre la exigencia a partir del próximo año del etiquetado de huella de carbono para productos que se comercialicen en Francia. Si bien se trata de la primera disposición obligatoria, ya que hasta ahora existían recomendaciones e iniciativas de carácter voluntario lideradas principalmente por empresas de retail y fundaciones, lo cierto es que la Ley Grenelle 2, promulgada el pasado 12 de julio, se refiere a muchos otros temas, sólo un artículo hace referencia al etiquetado y lo hace en forma muy distinta a lo que se ha planteado en artículos de prensa, por ejemplo, en Chile.
A través de la Ley Grenelle 2, Francia avanza en su compromiso nacional de darle prioridad a la sustentabilidad y lo hace en distintas materias. Cambio climático, biodiversidad, residuos, energía, transporte, consumo sustentable, son algunas de las áreas que aborda. Es una ley extensa, tiene 257 artículos y modifica 25 códigos. Sólo el artículo 228 se refiere al etiquetado en temas ambientales y el fundamento de este requerimiento está más bien en fomentar el consumo sostenible que abordar el cambio climático.
El artículo 228 establece lo siguiente:
"… desde el 1 de julio de 2011, y previa consulta con todos los actores relevantes en la industria, se desarrollará una etapa de experimentación, por un período mínimo de un año, con el afán de informar progresivamente al consumidor… sobre el contenido de carbono equivalente de productos y su embalaje, así como del consumo de recursos naturales o del impacto sobre los medios naturales generado por estos productos durante su ciclo de vida. Durante esta etapa se evaluará y se informará esta evaluación al Parlamento, el cual decidirá si se generaliza esta disposición. En caso positivo, un decreto en Consejo del Estado determinará la modalidad de la generalización de esta disposición. Se tendrá en consideración la especificidad de las pequeñas empresas para conseguir el objetivo perseguido…
Un decreto del Consejo de Estado se definirá sobre la base de reglas bien definidas por cada categoría de productos, la naturaleza e información pertinente, según su modo de distribución; la ubicación de la información y las referencias que hay que utilizar…”.
Además de preocuparse de levantar su huella de carbono, las empresas chilenas deben comenzar a identificar y transparentar todos los impactos de su actividad productiva. Estamos hablando de competitividad, no de sólo de ser o parecer "verde".
Podemos identificar tres temas importantes dentro de este artículo que modifica el Código del Consumidor Francés. Primero, que se trata de un etiquetado multicriterio, no se refiere solo a huella de carbono. Luego, se establece un período de prueba y una evaluación, por lo que su aplicación será gradual y considerando los impactos que ésta tenga principalmente en las empresas de menor tamaño. Finalmente, se establecerán indicadores por categorías de productos, indicadores que no se limitarán sólo a la huella de carbono y que se construirán participativamente, considerando particularmente la experiencia que ya tiene el retail.
Respecto al enfoque multicriterio, esto es coincidente con la tendencia mundial en materia de medir y reportar impactos ambientales y sociales de las actividades productivas. Utilizar como indicador las emisiones de gases de efecto invernadero, si bien es un avance, no refleja todos los impactos ambientales de determinada actividad. La huella de carbono no considera impactos en la biodiversidad, en el agua, los cambios de uso de suelo, entre otros.
Por otra parte, si bien esta ley establecería por primera vez una norma obligatoria en materia de etiquetado ambiental, quienes han liderado este proceso en el mundo no han sido los gobiernos ni tampoco las organizaciones no gubernamentales, sino las grandes cadenas de supermercados.
Con las grandes cadenas de supermercados dictando la pauta en materia de ecoetiqueado, es interesante ver no sólo lo que están haciendo hoy, si no lo que están pensando hacer en el futuro. Si bien supermercados como Casino, Tesco y Wal Mart partieron muy fuerte con el levantamiento y reducción de la huella de carbono -Casino ha desarrollado su propio etiquetado de índice de carbono-, hoy se encuentran ampliando su mirada a temáticas tanto sociales como ambientales.
En el foro mundial Sustainability Consortium, en el que participan grandes empresas y cadenas del retail como Pepsico, Walmart, HP, DELL, 3M, se están desarrollando metodologías y herramientas para mejorar las sustentabilidad de los productos de consumo, así como también la comunicación con los consumidores. Estas metodologías consideran reportes y comunicación diferenciada; business to Business, business to retail y Business to consumers, por categorías de impacto y multicriterio; impactos asociados energía, a toxicidad y cambio climático, por ejemplo. Hay que recordar que Walmart ya está en Chile, a través de D&S, quien ya ha comunicado a sus proveedores más importantes los énfasis de la política de sustentabilidad que se implementará en el futuro cercano.
El gobierno Francés hace lo mismo a través de un trabajo conjunto entre la Agencia para la Gestión de la Energía y Medio Ambiente (Ademe) y la Organización Francesa de Normalización (Afnor). Estas instituciones se encuentra desarrollando en forma colectiva guías de buenas practicas en materia de ecoetiquetado de productos de consumo masivo y seleccionando indicadores por categorías de productos. Ya han decidido que establecerán un máximo de tersindicadores por categoría -alimentos es una de ellas-, y se han propuesto como indicadores a reportar: cambio climático, impacto en el agua y biodiversidad.
En Chile, existe un proyecto de ley, presentado en noviembre de 2009, que modifica la ley N° 19.496 de protección de los derechos del consumidor con el objeto de obligar al proveedor de bienes y prestador de ciertos servicios de informar las emisiones de dióxido de carbono y la cantidad de agua utilizados en su elaboración, embalaje y transporte (Boletín N° 6767-03).
La huella de carbono es un elemento importante, y un muy buen punto de partida, pero no el único indicador para medir la responsabilidad ambiental de las empresas. La tendencia es hacia el establecimiento de requerimientos multicriterio que abordan impactos tanto ambientales como sociales. Ya existe una página web, www.goodguide.com, para consumidores más ambientalmente concientes, que clasifica y compara productos considerando impactos ambientales, sociales y en salud, y puede bajarse como aplicación gratis para el IPhone.
Por lo tanto, además de preocuparse de levantar su huella de carbono, las empresas chilenas, exportadoras o no, deben comenzar a identificar y transparentar todos los impactos de su actividad productiva. Se trata de implementar una estrategia de sustentabilidad integral que haga a la empresa sustentable en el largo plazo. Estamos hablando de competitividad, no de sólo de ser o parecer “verde”.
En la medida en que los consumidores sean cada vez más ambientalmente concientes, el camino a la sustentabilidad evolucionará de ser una opción, a una necesidad para sobrevivir. Como dice Adam Werbach, pionero el materia de implementación de estrategias de sustentabilidad, el camino ya no es sólo verde, es azul.
sábado, 16 de abril de 2011
COMPENSANDO VOLUNTARIAMENTE EMISIONES DE CARBONO
Cada vez se incrementa el número de empresas o de asociaciones que conscientes de sus emisiones de C02 en algún proceso productivo, producto en especial, transporte de empleados, gastos de energía en oficina, entre otros, han decidido compensar sus emisiones de forma voluntaria.
Hay que distinguir que en el mercado de carbono donde se suele acudir para compensar emisiones, tenemos el mercado regulado por Naciones Unidas, el mercado regulado por la Unión Europea y el Mercado Voluntario. En este último hay un sinnúmero de iniciativas creativas que sin requerir muchas veces pasar por una metodología engorrosa, demorada, onerosa, se establecen acuerdos o alianzas privadas entre la institución que quiere compensar y la que tiene las vías para ayudar a esa compensación.
Todas las iniciativas son válidas, haciendo un énfasis sobre todo a las que 1) tienen alguna certificación de una metodología validada ya sea por NNUU o por instituciones como VCS por ejemplo; y, 2) las que directamente se realizan entre el “emisor” y el “beneficiario”.
Los mercados voluntarios no son nuevos, de hecho, son los precursores de los mercados regulados de la actualidad. El primer acuerdo de compensación de emisiones de C02 data de 1989 (mucho antes de que el Protocolo de Kyoto haya sido firmado), cuando la empresa americana de electricidad AES Corp., invirtiera en un proyecto de Agroforesteria en Guatemala[i], pago a los agricultores para plantar 50 millones de pinos y eucaliptos en sus tierras. No lo hizo por una razón legal o que estuviere forzado por un tratado internacional, sino por filantropía e imagen.
Proyectos directos entre emisor y beneficiario
Desde el año 2004 Conservation International directamente con la empresa SC Johnson para compensar voluntariamente las emisiones de carbono generadas por la impresión y distribución de su reporte anual. Desde el año 2006 la iniciativa recibe el apoyo financiero también de la famosa banda de rock Pearl Jam que, a través de esta iniciativa, compensa sus emisiones de carbono generadas durante sus giras y conciertos en Estados Unidos. El proyecto se llama “Carbono de conservación en la Laguna de Cube”, que busca integrar la reducción de emisiones de carbono, la conservación de la biodiversidad y el mejoramiento en las condiciones de vida de las comunidades locales.
El área de la Laguna de Cube, un Sitio Ramsar (humedal de importancia internacional) está localizado en el sudeste de la Reserva Ecológica Mache Chindul, en la provincia de Esmeraldas, donde las comunidades locales, la Fundación El Kaimán de la Laguna de Cube, la Fundación Jatun Sacha, la administración de la Reserva Ecológica Mache Chindul y CI-Ecuador unen esfuerzos para reforestar zonas degradadas, utilizando especies nativas. Además incluye un componente agroforestal, que pretende mejorar las condiciones de vida y la seguridad alimentaria de las comunidades locales, mediante la producción de guineo y cacao criollo. Se han reforestado 83 hectáreas con árboles nativos, 30 hectáreas con guineo y 30 hectáreas con cacao criollo en zonas aledañas a la Laguna de Cube.
Proyectos en área de servicios: Instituciones Financieras
En diciembre del 2004, uno de los bancos más grandes –HSBC- sorprendió con su anuncio de convertirse en “carbón neutral”. El tema de cambio climático fue tomado con seriedad por la institución y se obligo voluntariamente durante los próximos 10 años, compensó 170,000 tC02e emitidas por el Banco, en 17 proyectos diferentes alrededor del mundo.
La primera institución emisora de tarjetas de crédito del Ecuador, Pacificard S.A., está realizando su medición de la huella de carbono para poder reducirla con la toma de políticas ambientales internas y luego compensar sus emisiones. En este proceso los asesora el Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible CEMDES[ii] y la primera empresa ecuatoriana de compensación de carbono C02MPENSA S.A.
En cuanto al tema de las metodologías, están difieren en lo que quiere lograr el proyecto, por ejemplo hacer un énfasis en conservación de bosques y biodiversidad, mejoras de eficiencia energética, cambio de uso de suelo, reforestación en zonas degradas, etc.
Algunos de los estándares[iii] para este mercado voluntario son Gold Standard; Voluntary Carbon Standard; The Climate, Community and Biodiversity Project Design Standards CCB; CarbonFix; CCAR Climate Action Reserve; Green-e-Climate; Greenhouse Friendly; ISO 14064; Plan vivo; Social Carbon; VER+; WBCSD/WRI GHG Protocol for Projects & Corporate Accounting.
No hay que perder de vista que la verificación del proyecto debe contener ciertos criterios como: Adicionalidad; Permanencia, Fugas, Doble contabilidad; Ex ante y Ex post contabilidad; Beneficios compartidos.
A continuación un cuadro de proyectos (tabla 1) dentro del mercado voluntario de carbono que indica el País de Origen del proyecto, el volumen de la transacción, los años a los que pertenece esa emisión de emisiones, quién ha otorgado la certificación, la moneda de transacción, el precio de venta y el de compra:
En cuanto a precios comparado con el mercado regulado de carbono, es decir el de la Unión Europea (EU ETS tabla 2) y el de Naciones Unidas (CERs tabla 3) por ejemplo, tenemos que el mercado voluntario tiende a ser más o menos el 40% del valor de un certificado de carbono negociado (ver tabla 1) en el mercado regulado. También dependerá del proponente del proyecto, del proyecto per se y de la certificación que se opte.
Tabla 2
Tabla 3
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