Cada  vez se incrementa el número de empresas o de asociaciones que  conscientes de sus emisiones de C02 en algún proceso productivo,  producto en especial, transporte de empleados, gastos de energía en  oficina, entre otros, han decidido compensar sus emisiones de forma  voluntaria.
Hay  que distinguir que en el mercado de carbono donde se suele acudir para  compensar emisiones, tenemos el mercado regulado por Naciones Unidas, el  mercado regulado por la Unión Europea y el Mercado Voluntario. En este  último hay un sinnúmero de iniciativas creativas que sin requerir muchas  veces pasar por una metodología engorrosa, demorada, onerosa, se  establecen acuerdos o alianzas privadas entre la institución que quiere  compensar y la que tiene las vías para ayudar a esa compensación. 
Todas  las iniciativas son válidas, haciendo un énfasis sobre todo a las que  1) tienen alguna certificación de una metodología validada ya sea por  NNUU o por instituciones como VCS por ejemplo; y, 2) las que  directamente se realizan entre el “emisor” y el “beneficiario”.
Los  mercados voluntarios no son nuevos, de hecho, son los precursores de  los mercados regulados de la actualidad. El primer acuerdo de  compensación de emisiones de C02 data de 1989 (mucho antes de que el  Protocolo de Kyoto haya sido firmado), cuando la empresa americana de  electricidad AES Corp., invirtiera en un proyecto de Agroforesteria en  Guatemala[i],  pago a los agricultores para plantar 50 millones de pinos y eucaliptos  en sus tierras. No lo hizo por una razón legal o que estuviere forzado  por un tratado internacional, sino por filantropía e imagen. 
Proyectos directos entre emisor y beneficiario
Desde el año 2004 Conservation International directamente con la empresa SC Johnson para compensar voluntariamente las emisiones de carbono generadas por la impresión y distribución de su reporte anual.  Desde el año 2006 la iniciativa recibe el apoyo financiero también de la famosa banda de rock Pearl Jam que, a través de esta iniciativa, compensa sus emisiones de carbono generadas durante sus giras y conciertos en Estados Unidos. El proyecto se llama “Carbono de conservación en la Laguna de Cube”, que busca integrar la reducción de emisiones de carbono, la conservación de la biodiversidad y el mejoramiento en las condiciones de vida de las comunidades locales. 
El área de la Laguna de Cube, un Sitio Ramsar (humedal de importancia internacional) está localizado en el sudeste de la Reserva Ecológica Mache Chindul, en la provincia de Esmeraldas, donde las comunidades locales, la Fundación El Kaimán de la Laguna de Cube, la Fundación Jatun Sacha, la administración de la Reserva Ecológica Mache Chindul y CI-Ecuador unen esfuerzos para reforestar zonas degradadas, utilizando especies nativas. Además incluye un componente agroforestal, que pretende mejorar las condiciones de vida y la seguridad alimentaria de las comunidades locales, mediante la producción de guineo y cacao criollo. Se han reforestado 83 hectáreas con árboles nativos, 30 hectáreas con guineo y 30 hectáreas con cacao criollo en zonas aledañas a la Laguna de Cube. 
Proyectos en área de servicios: Instituciones Financieras
En  diciembre del 2004, uno de los bancos más grandes –HSBC- sorprendió con  su anuncio de convertirse en “carbón neutral”. El tema de cambio  climático fue tomado con seriedad por la institución y se obligo  voluntariamente durante los próximos 10 años, compensó 170,000 tC02e  emitidas por el Banco, en 17 proyectos diferentes alrededor del mundo.
La  primera institución emisora de tarjetas de crédito del Ecuador,  Pacificard S.A., está realizando su medición de la huella de carbono  para poder reducirla con la toma de políticas ambientales internas y  luego compensar sus emisiones. En este proceso los asesora el Consejo  Empresarial para el Desarrollo Sostenible CEMDES[ii] y la primera empresa ecuatoriana de compensación de carbono C02MPENSA S.A.
En  cuanto al tema de las metodologías, están difieren en lo que quiere  lograr el proyecto, por ejemplo hacer un énfasis en conservación de  bosques y biodiversidad, mejoras de eficiencia energética, cambio de uso  de suelo, reforestación en zonas degradas, etc. 
Algunos de los estándares[iii] para este mercado voluntario son Gold Standard; Voluntary Carbon Standard; The Climate, Community and Biodiversity Project Design Standards CCB;  CarbonFix; CCAR Climate Action Reserve; Green-e-Climate; Greenhouse  Friendly; ISO 14064; Plan vivo; Social Carbon; VER+; WBCSD/WRI GHG  Protocol for Projects & Corporate Accounting. 
No  hay que perder de vista que la verificación del proyecto debe contener  ciertos criterios como: Adicionalidad; Permanencia, Fugas, Doble  contabilidad; Ex ante y Ex post contabilidad; Beneficios compartidos.
A  continuación un cuadro de proyectos (tabla 1) dentro del mercado  voluntario de carbono que indica el País de Origen del proyecto, el  volumen de la transacción, los años a los que pertenece esa emisión de  emisiones, quién ha otorgado la certificación, la moneda de transacción,  el precio de venta y el de compra:

En  cuanto a precios comparado con el mercado regulado de carbono, es decir  el de la Unión Europea (EU ETS tabla 2) y el de Naciones Unidas (CERs  tabla 3) por ejemplo, tenemos que el mercado voluntario tiende a ser más  o menos el 40% del valor de un certificado de carbono negociado (ver  tabla 1) en el mercado regulado. También dependerá del proponente del  proyecto, del proyecto per se y de la certificación que se opte.
Tabla 2     
Tabla 3


 
Hola, como estás, esto de los bonos de carbono, es algo que ultimamente me ha llamado más la antención, quisiera saber si podría conversar con usted más acerca de este tema en base a una investigaicón que quiero hacer. Gracias.
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